Qué nos pasó y dejo la pandemia?

Empecemos por la primera capa de la cebolla. De afuera hacia adentro…


A) ¿Qué le sucedió a nuestro cuerpo?
¿Sufrimos alteraciones en nuestro peso, presión arterial, arritmia u otra enfermedad de origen
psicosomático?


B) ¿Con respecto a nuestras emociones que nos pasó?
Todos experimentamos mucho temor al contagio y eso pudo transformarse en sentir peligroso el afuera.
Pero ¿comenzamos a sufrir ataques de pánico, crisis de angustia o fobias? ¿nos aislamos con frecuencia,
aunque haya terminado el encierro obligatorio, sintiendo el mundo como hostil y nosotros vulnerables?
¿Si hemos perdido un ser querido en estas circunstancias pudimos hablar del dolor por la pérdida, o
enojo que nos generó? ¿tramitar el duelo?
¿Experimentamos cambios en nuestra forma de vincularnos con los demás ya sea en el ámbito familiar o
en el laboral?


Nos pueden haber quedado secuelas, síntomas que se pueden haber acrecentado.
Puede suceder que la predisposición a enfermedades psicosomáticas ya existía y la pandemia fue el
disparador que provocó estas. O los síntomas antes mencionados podíamos sobrellevarlos y la pandemia
los acrecentó.
Muchas veces creemos que el paso del tiempo va a modificar, disminuir o amortiguar nuestro
padecimiento. A veces no sucede.
Nunca es tarde para atrevernos a enfrentarlo.

LIC. MATILDE C. BASSI (UBA)
M.N. 33301

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